viernes, 2 de marzo de 2012

k

Y es en una tarde aburrida, en la que te quedas en casa sin nada que hacer, y coges el móvil y te pones a leer viejos mensajes. Es ahí cuando te das cuenta de como ha cambiado todo, que las cosas no son como antes. Recuerdas todas las cosas bonitas que él te dijo, y esos momentos tan mágicos que vivisteis juntos. Ocho meses después, sus palabras son distintas y su forma de hablarte también. Y esos momentos mágicos no se repitieron... Por un momento te hundes, piensas que ya habéis llegado al límite, que no se puede seguir así, y te duele, te duele mucho.
Pero recibes un nuevo mensaje. Lo lees mientras tu cara se ilumina, y te das cuenta de que sí han cambiando, pero no para mal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario